Prosperidad y fortísimo consuelo de Dios.

Para los Hijos de Dios, el Gran Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, es el Apóstol de la Consolación.

Como resultado del amor que tiene el Varón de Dios por todas las almas y siguiendo el ejemplo marcado por el Señor Jesucristo, se encaminó de madrugada al “templo” para orar, pero no iba solo.

En su trayecto, una valla formada por la niñez de la Iglesia del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, era antesala de la bendición que estaba por derramarse.

Mientras pasaba frente a todos los grupos de niños, quienes con rosas rojas en sus manos le desearon parabienes, el Varón de Dios expresó: “los llevo en el corazón”.

Sin lugar a dudas, las palabras de bendición Apostólica, transportan al creyente al otrora momento hermoso narrado por la Biblia:

“y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.” (Timoteo 3:15)

Entre tanto, el interior de la casa de oración, templo sede internacional de la Iglesia La Luz del Mundo, el Orfeón de la Hermosa Provincia, por medio de la alabanza “Creed en Jehová, nuestro Dios”, animaba el corazón de los presentes.

También, sobre la calle Jericó, los coros de niños, adolescentes y del grupo de idiomas, entonaban otro himno de alabanza a Dios “Consuelo de Dios”.

Pues, para los que ya han sido incluidos en el plan de Dios para salvación – y para los que han de llegar al pueblo de Dios – el Gran Apóstol de Jesucristo es consuelo para el alma.

Así lo confirma la Biblia, en las palabras expresadas por el Espíritu de Dios, a través del Apóstol Pablo:

“para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.” (Hebreos 6:18)

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