El Apóstol de Jesucristo visita a los hermanos de Badajoz

Aunque la presentación oficial del Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García, será el próximo domingo 21 de junio; el día de hoy visitó a los hermanos de este lugar, del cual conserva muchos recuerdos personales; en virtud de ser una de las iglesias donde mayor tiempo pasó cuando su padre el también Apóstol de Jesucristo Samuel Joaquín Flores, lo envió para acompañar a los hermanos de Europa.

Alrededor de las 3:30 de la tarde arribó a este lugar acompañado de su familia y algunos ministros. Un grupo de hermanos locales le estaban esperando en el atrio de la casa de oración para recibirle. Al bajar del vehículo que lo transportaba, observó el lugar y con una sonrisa expresó a quienes le daban la bienvenida, el gusto que sentía por encontrase ya en este lugar y preguntándoles cómo han estado. Los hermanos y hermanas que escuchaban sus cuestionamientos, les fue imposible responder, porque estaban llorando de alegría por tenerle ya entre ellos.

Tras el alimento que amorosamente ofrecieron los hermanos a él y a su comitiva, el Varón de Dios salió para hacer un recorrido por el templo estéticamente decorado para el evento del próximo domingo y comentó con la hermana Eva los cambios que observaron en el inmueble.

Así mismo transitó por toda la casa pastoral: En la cocina habló con los hermanos y las hermanas (en su mayoría jóvenes) y les preguntó su parentesco con los hermanos que él conocía; la mayoría eran hijos o hijas de alguno de ellos, posteriormente se dirigió a una sala donde al parecer fue atendido el Apóstol Samuel Joaquín en su última visita, observo el lugar con detenimiento y después de un momento salió a la parte trasera donde antes era la entrada principal del Templo para recordar cómo era antes y cuestionó al hermano Ramón Sánchez (ministro local) respecto a un terreno que está en venta con el propósito de adquirirlo para ampliar el terreno de la iglesia. “Hogar de mis recuerdos” pronunció.

Finalmente volvió a la casa para despedirse de los hermanos. Al subir a su vehículo se acercó un hermano de nombre Manuel, al que él conocía desde aquel tiempo que estuvo en Badajoz; al verlo, descendió para saludarlo y decirle: “¡qué alegría me da verlo hermano Manuel! porque con usted tuve muchas vivencias y verlo que persevera, ¡qué alegría para mi alma! Dios lo bendiga y Dios lo guarde”, -el hermano Manuel lloraba y los testigos de esta bendición glorificaban a Dios. Saludó a los hermanos y se despidió de ellos, “aquí nos vemos el próximo domingo”.

Al retirarse de este lugar, los hermanos que lo habían atendido y observaban su partida, corrieron a la casa de oración donde en un hermoso avivamiento espiritual, dieron libertad a su alma para agradecer a Dios tan hermoso regalo.