HomeAgenda ApostólicaVisita Apostólica a la colonia Nazario Ortiz, en Aguascalientes Agenda Apostólica Visita Apostólica a la colonia Nazario Ortiz, en Aguascalientes (Coordinación de Crónica Apostólica) — El mismo domingo 15 de octubre en que el Apóstol de Dios Naasón Joaquín hizo su presentación en el estado de Aguascalientes, visitó a sus hijos de la colonia Nazario Ortiz, quienes actualmente han dado inicio a la construcción de una nueva, más grande y hermosa Casa de Oración. Al término de la presentación dominical en el Centro de Convenciones La Isla, los hermanos de la colonia Nazario Ortiz, junto con el ministro D.E. René Flores Salmerón, regresaron a su localidad para preparar todo lo concerniente a la visita confirmada del Apóstol del Señor para esa misma tarde. La emoción de la anhelada visita activó las Comisiones asignadas con anticipación a los hermanos responsables de cada una de las áreas. La iglesia de la colonia Nazario Ortiz está ubicada exactamente sobre la parte alta del tercer anillo periférico de esta ciudad, razón por la que se puede observar desde lejos, además de que el tránsito vehicular que pasa por esta zona es inmenso. Fue obra de la colonia Industrial, aunque ahora es más grande que la iglesia de donde salió. A esta visita apostólica fue invitado el coro grande de Guadalajara, Hermosa Provincia, quienes esa mañana habían hecho gala con su presencia en La Isla. Al llegar a la iglesia anfitriona, el coro fue dividido en dos partes, a fin de que una parte ocupara el interior del Templo donde se haría el servicio de esa tarde, y la otra parte del coro, estuviese donde actualmente se lleva a cabo la construcción del Nuevo Templo. Desde las cuatro de la tarde estaba todo preparado: El coro en sus áreas, el templo lleno a su máxima capacidad, las abanderadas, el área de la construcción pletórica en su parte exterior, con una alfombra que conducía por una pasarela que mostraba los planos de la construcción. Alrededor de las 4:30 de la tarde, el coro comenzó a entonar hermosas alabanzas a Dios, motivando a los presentes a dar la gloria a Dios. Los ministros invitados comenzaron a llegar uno a uno, el orden del servicio fue ordenado en cantos y testimonios de ministros del extranjero. Se sentía un ambiente muy bonito y tanto en el interior del templo como en la calle perimetral, había muchas visitas que -según se pudo observar, también aguardaban con inquietud el momento del arribo apostólico; incluso muchas de ellas se les había visto en la presentación de esa mañana en el Centro de Convenciones. A las cinco de la tarde, el D.E. José Luis Prats, procedente de España, dio inicio al servicio de adoración a Dios. Todos los hermanos presentes doblaron sus rodillas en el lugar donde se encontraban y los que estaban en la calle, eran objeto de extraña observación por la gente, que a pesar del gran espectacular colocado afuera del templo, no sabía el qué estaba sucediendo en ese lugar. El servicio inició y con ello las alabanzas de adoración a Dios, el ambiente estaba totalmente invadido por un fervor de los corazones a la espera de su momento. A las 5:45 de esta gloriosa tarde para los hermanos de este lugar, arribó la caravana que conducía al Apóstol del Señor. Su llegada fue por el lado de la Casa pastoral que se ubica en la calle transversal, y no por el anillo periférico donde está la Casa de oración. A los hermanos que comenzaron a glorificar a Dios al percatarse de la presencia del Hombre de Dios, se les pidió discretamente que guardaran silencio para no interrumpir el servicio de alabanzas. Al descender de su vehículo el insigne visitante, fue escoltado inmediatamente por el hermano René, quien haciendo un alto ahí mismo, comenzó a explicar al Siervo de Dios el proyecto constructivo para ese lugar y respondiendo a las preguntas que el Apóstol le hacía. Una vez concluida la conversación el Apóstol de Jesucristo comenzó a dirigir sus pasos hacia la Casa de oración, entonces todos los reunidos que observaban a detalle cada movimiento del Siervo de Dios, comenzaron a gritar a viva voz: “Gloria a Cristo, Gloria al Señor, Bendito el que viene en el nombre del Señor, sea bienvenido Varón de Dios…” y con lágrimas en sus ojos, alzaban sus manos mientras pasaba por en medio de ellos. El hermano José Luis que presidía el servicio comenzó a dar libertad a su alma, para dar las nuevas a quienes se encontraban en el interior, avisados también por la algarabía que se escuchaba desde la calle: “Viene el Apóstol de Jesucristo, este es el momento que tu alma anhelaba, Gloria a Cristo…” mientras los hermanos desbordaban su copa espiritual y experimentaban la bendición de Dios en sus corazones. Finalmente el deseado de todos los pueblo se paró en la puerta y comenzó a decirles: “Dios les bendiga, Dios los guarde, Dios sea con ustedes…” las personas que fueron a visitar la iglesia ese día tampoco se pudieron contener y fueron arrebatadas por el sentimiento de los que creen en la Elección de Dios: también levantaban sus manos, también lloraban de alegría, la mayoría no sabía qué decir, porque aún no aprenden a glorificar a Dios, pero a su manera, sus almas también agradecían a Dios por esta hermosa bendición. Al llegar a su ministerio, el Apóstol de Dios tomó su lugar y comenzó a decirles: “¡Qué hermoso es poder unirme y contemplar el trabajo que estáis haciendo en estos lugares! Una hermosa Casa de oración que será para gloria y alabanza de Dios, en esta avenida donde pasarán miles y miles de autos todos los días y voltearán a ver a este lugar, y dirán ¿Qué es eso? Y entonces les dirás: No es otra casa más, que Casa de Dios y Puerta del cielo”. Explicó a sus hijos de este lugar, que quiso venir a verlos porque el hermano René quien es un ministro que se ha caracterizado por construir muchos templos, fue enviado a esta iglesia con ese propósito, “porque yo quiero que Aguascalientes crezca, hoy más que nunca que he visto las almas…” Continuó diciendo que aunque le han comentado que en Aguascalientes la gente se resiste a escuchar la palabra de Dios, él ha podio constatar que eso se debe al desconocimiento del evangelio verdadero, pero que ahora Dios se encargará de mover a esos corazones. “Veo entre vosotros varias personas que hoy nos han honrado con su visita y yo veo en su corazón esa nobleza, y veo en su corazón esa disposición; yo no veo a personas ajenas a vosotros, yo veo a hermanos que pronto echarán mano a la vida eterna por el bautismo. Así es que vengo a felicitarte una vez más, vengo a decirte que me acompañes en esta batalla…” -dijo al contemplar un templo lleno de personas que aún no profesan esta fe. Continuó diciendo que, aunque el estado de Aguascalientes es uno de los estados más pequeños de la república mexicana y donde también la Iglesia del Señor aún no ha tenido un crecimiento exponencial como en otras entidades, “pero Aguascalientes, tu tiempo ha llegado, porque vas a crecer, porque te vas a multiplicar, porque Dios te va a bendecir…”. Enseguida pidió doblar hacer una oración a Dios, para pedir en favor de todos aquellos que salen a dar testimonio de este evangelio a su vecino, a su amigo, por las calles, por las plazas, y decirle al Señor: “entonces cumple mi palabra: Bendícelos, prospéralos, engrandécelos en tu dulce nombre…” La multitud de almas que abarrotaban el lugar, como los que estaban en las calles, doblaron sus rodillas y con toda la libertad que tener al padre de familia entre ellos significa, alzaron sus voces para orar a Dios con todas las fuerzas de su corazón. Al término de la oración dijo a los creyentes: “Sé que veréis cumplir mi palabra y la encomienda que hoy os dejo, porque aún falta luz en el mundo, Dios nos ha encargado a nosotros llevar ese conocimiento a estos lugares…créelo Dios ha venido a tocar estas calles, Dios ha venido a tocar Aguascalientes para que en este lugar su obra crezca…”. Para despedirse deseó en su corazón dirigir unas palabras a las personas que esa tarde se dieron cita en ese lugar para verlo y oírlo hablar: “a vosotras almas y visitas que nos honran con su presencia -les dijo con toda autoridad: ¡Esta es la Iglesia del Dios Vivo! Los hijos de Dios esperamos que también vosotros seáis parte de este hermoso pueblo. La paz de Dios quede en vuestros corazones”. Así, en medio de una atmósfera espiritual con olor a vida, se despidió de las visitas que en su mayoría llenaban el templo y quienes gozaron esa tarde, la dicha de estar frente a un Verdadero Siervo de Dios y Apóstol de Jesucristo. Al salir también levantaban sus manos al igual que los hermanos y experimentaban algo que nunca habían experimentado. Los niños que se encontraban a la salida del templo también experimentaron la bendición Dios y lo saludaron al pasar, alzando sus vocecitas entrecortadas de llanto y alzando sus manitas para decirle adiós. Para alegría de todos los residentes de ese lugar, el Varón de Dios no se fue, sino que permaneció durante todo el servicio de alabanzas, en un lugar preparado para él donde estuvo viendo en circuito cerrado el desarrollo del servicio y el punto de doctrina que presidió el P.D. Antonio Adán Ramírez. Inaugura primera columna Al concluir el servicio, cerca de las 7:30 p.m. todos los hermanos que sabían que el Varón de Dios estaba en ese lugar empezaron a circundar el área de la construcción y el coro de Guadalajara se juntó en uno en ese lugar, con firme esperanza de verlo salir antes de partir de ese lugar. La espera no tardó mucho. A las 19:43 los ojos de todos voltearon hacia las escales que conectaban con su pequeño aposento, al percatarse que la puerta se abría y por ella salía el Hombre de Dios; nuevamente con esa sonrisa inconfundible. Se dirigió hacia una de las columnas de la construcción donde habían colocado una placa y comenzó a hablar a través de un micrófono inalámbrico: “¡Qué orgullo es para su hermano Naasón ver el esfuerzo y el sacrificio que estáis haciendo al construir esta hermosa Casa de oración para la gloria de Dios! Esto es parte de las promesas de Dios” y comenzó a explicar como se desarrolla el Plan de Dios en todos los tiempos, por si quizá alguien juzgara que ese proyecto estaba autorizado desde el tiempo del Apóstol Samuel Joaquín. Enseñó que la historia de Dios no cuenta la historia de una persona como tal; Aarón Joaquín, Samuel Joaquín o Naasón Joaquín, -aunque cada uno de ellos en su tiempo se reconozca su trabajo, pero esta historia divina, habla de la historia de Cristo. En ese sentido, desde el 6 de abril de 1926 hasta el día de hoy, la iglesia sigue siendo parte de esa hermosa historia. Ejemplificó la actualidad de la Iglesia con la historia de Abraham quien a su muerte dejó todas sus riquezas a Isaac su hijo, pero este no se conformó con el ganado que le dejó su padre, sino que compró tierras y también cultivó la tierra y Dios lo bendijo grandemente en el oficio de la siembra y tanto lo que Abraham su padre le dejó, como lo que él generó con su trabajo, fue bendecido por Dios. De esa misma manera explicó que ha sucedido en este tiempo de restauración de la primitiva Iglesia del Señor: El Apóstol Aarón empezó de cero, en tiempos muy difíciles, en los que ningún hombre hubiera logrado lo que él logró, si Dios no hubiese estado con él. Tiempos de cristeros, donde tenían que irse hasta la barranca, fuera de la ciudad para poder hacer sus cultos en medio del monte. En el tiempo del Apóstol Samuel, algunos corazones fatuos criticaron el hecho de que él no haya sufrido las mismas situaciones que padeció el hermano Aarón “pero eso no fue culpa de él, -aclaró, así quiso Dios entregarle al hermano Samuel, lo que el hermano Aarón había trabajado, porque lo que trabajó el hermano Aarón no era del hermano Aarón, era de Cristo”. Continuó explicando detalladamente que lo mismo sucedió en el caso de el rey David y su hijo Salomón: David deseó construir una Casa para Dios y durante mucho tiempo estuvo acumulando oro, plata, madera, etcétera, con ese propósito, sin embargo, cuando se disponía a realizar la majestuosa construcción, Dios le dijo que él no le construiría templo para su gloria, pero que lo realizaría su hijo Salomón. Dios recoge al rey David y en su lugar queda su hijo Salomón y éste construye el templo con toda la riqueza que su padre había acumulado para la realización de este proyecto. Hasta el día de hoy ese templo se conoce, no como el templo de David, sino como el templo de Salomón. Enseguida concretó el propósito de su mensaje, explicando que, hubo un hombre llamado Samuel Joaquín, a quien ellos recibieron como Apóstol, aceptaban su palabra como palabra revelada por Dios, y obedecieron su voz, hasta su último aliento, “pero llegó un momento en que Dios lo recoge y Dios pone a su hermano al frente de la Iglesia, y no te quejaste con Dios: ¿Por qué lo pusiste a él?, ¿Por qué tiene que ser su hijo? ¿Por qué no pudo haber sido otro? No. Levantaste tus manos y dijiste: ´Como estuvimos con su padre, así estaremos con usted´. La iglesia presente que parecía revivir aquel momento en que Dios manifestó la Elección del Apóstol de Dios, levantaba sus manos y gritaban en coro un estruendoso “Amén” que estremecía los corazones, mientras él continuaba exponiendo la verdad que Dios le dio y las promesas de expansión inimaginable para la Iglesia de Dios, durante su administración apostólica: “Y te voy a decir una verdad: Ni siquiera puedo decir que mi padre me dio o me heredó esta Iglesia, porque no me la dio mi padre Samuel, esto me lo ha dado Dios”. Con estas y otras palabras, habló a los hermanos esa noche de excelsa bendición y se despidió de ellos después de leer la placa de la primera columna y con la promesa de volver a ellos cuando terminen la construcción, para inaugurarlo personalmente. La iglesia gloriosa de su presencia, no cesaba de gritar a voz en cuello: “Gloria a Dios, Gloria a Cristo, Aleluya…”. “Dios te bendiga, Dios te ayude, y que esta piedra diga a los cuatro vientos que aquí está el Espíritu de Dios, que aquí se habla la verdadera palabra de Cristo. La paz de Dios, la gracia de su hijo amado Jesucristo, la oración de su hermano Naasón que día a día os acompañará, quede en vosotros en el nombre de Cristo Jesús”. Así se despidió de los hermanos de la colonia Nazario Ortiz, quienes después de este acto sagrado ofrecieron un alimento al Apóstol del Señor y sus acompañantes. Al salir de ese lugar todos los hermanos lo despidieron llenos de alegría y con muchas manifestaciones de amor. Fuente: Coordinación de Crónica Apostólica. Berea Staff, J.R.G. Share This Previous ArticlePresentación Apostólica en Aguascalientes Next ArticleSe despide Apóstol de Jesucristo de Aguascalientes para continuar su Gira Universal October 15, 2017