HomeAgenda ApostólicaEl Apóstol de Jesucristo visita a los hermanos de la colonia La Mica, en Acapulco Agenda Apostólica El Apóstol de Jesucristo visita a los hermanos de la colonia La Mica, en Acapulco (Coordinación de Crónica Apostólica) — El viernes 19 de mayo, la bendición de Dios llegó a la Iglesia de la colonia La Mica, en Acapulco, Guerrero, con la visita del Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García. Con muestras de júbilo los hermanos lo recibieron en su templo. “Solo he querido venir a conocerles —externó el Apóstol— ¿querías verme?”, preguntó, y ante la respuesta de la Iglesia, que entre lloros y exclamaciones de alegría contestaron en un solo ¡Sí!, dijo que también él quería verlos y conocerlos, allegarlos a su regazo en un abrazo simbólico. “Qué alegría siente mi corazón el contemplar vuestros rostros. Ver que la obra de Dios se ha manifestado en cada uno de vosotros. Poder de Dios. No letra. El verdadero poder de Dios que ha venido a vosotros a abarcarnos en esta Gracia”. Se despidió confirmando la cita para el próximo domingo: “Los espero para juntos alegrarnos y gozarnos en el nombre de Cristo Jesús”. Momentos antes, el Apóstol de Jesucristo tuvo una plática en la Casa Pastoral con los hermanos pastores en la cual dio continuación a lo que explicó un día anterior respecto a lo que es la Palabra de Dios. Explicó lo que representa la Elección: bendición, prosperidad. Lleva descanso, paz a los hermanos que viven momentos difíciles y que hoy se gozan en su visita. Ante los comentarios de los ministros responsables de la Iglesia en el estado, referentes a la gran expectativa que se tiene para la presentación apostólica del domingo, el Siervo de Dios señaló que ese día se vería la reacción de un pueblo lleno de júbilo que en suma reverencia participa en un culto de adoración a Dios. Algo que muchos desconocen, ello fue una de las razones por las que ordenó que los bautismos Internacionales fueran en las plazas y lugares públicos, para que vieran lo que nunca habían visto, cómo adorar a Dios. Manifestó con orgullo que la doctrina de Dios sigue impresionando al mundo, así como lo hizo en su tiempo la primitiva Iglesia. Una verdad que sigue callando a los hombres. La verdad de Dios que nunca cambia, que es perfecta, eterna. Verdad que recalcó que no es la palabra ni la letra sino vivir en el Espíritu, que es poder, fuerza que abre el entendimiento del hombre. Palabra de Dios que sale de los labios de sus Ungidos que ayuda a discernir, a comprender, a razonar, a ver las coas como son. Y cuando esa Palabra llega al corazón del hombre, lo transforma, lo doblega ante el Señor. Como lo hizo en Saulo, ¿Señor qué quieres que haga? En un abrir y cerrar de ojos dejó su altivez, su orgullo para someterse a la voluntad de Cristo. Pero eso solamente la Palabra de Dios lo hace, dijo, no el conocimiento humano. Recordó la enseñanza apostólica de los apóstoles Aarón, Samuel y ahora él, de elevar una oración antes de tomar la Biblia: ayúdame a entenderla. No a leerla, señaló, porque leer es fácil, sino comprenderla para que nos llene Dios de su sabiduría infinita. Contrariamente aquellos que se fían solo en la letra, se llenan de soberbia, creyéndose ser sabios se vuelven fatuos. Creen que entender la doctrina es aprender textos y textos sin razonarlos. Explicó que las Sagradas Escrituras se respetan por ser un testimonio de la historia de un pueblo y de la Iglesia Primitiva pero: “nosotros estamos haciendo nuestra propia historia con la misma Palabra que ellos tuvieron en su tiempo”. Un motivo más para darle la Gloria a Dios que nos abarcó en su poder que es la Palabra, la cual vive en cada uno de los hermanos. Bendición única que solo a sus hijos le da, a nadie más, ni siquiera a los ángeles. Expresó que en ello reside el éxito y crecimiento de la Iglesia. No es la forma, la chalina, la hora de la oración, que imitan algunos creyendo que esa es la fórmula. Se necesita de la Palabra de Dios la cual es incorruptible. En su disertación también comentó que la predicación de la Palabra consiste en dar el testimonio de lo que Cristo ha hecho en sus corazones, sembrar la semilla que Dios es el que se encarga de hacerla crecer. Fuente: Coordinación de Crónica Apostólica. [srizonfbalbum id=1675] Berea Staff, J.R. Share This Previous ArticleReanuda el Apóstol de Jesucristo la décima etapa de su Gira Universal Next ArticleTras ocho meses sin ministro, Iglesia de la colonia El Jardín recibe la visita del Apóstol de Jesucristo y da la bienvenida a su nuevo Pastor May 19, 2017