HomeAgenda ApostólicaTras ocho meses sin ministro, Iglesia de la colonia El Jardín recibe la visita del Apóstol de Jesucristo y da la bienvenida a su nuevo Pastor Agenda Apostólica Tras ocho meses sin ministro, Iglesia de la colonia El Jardín recibe la visita del Apóstol de Jesucristo y da la bienvenida a su nuevo Pastor (Coordinación de Crónica Apostólica) — La Gracia de Dios se sigue manifestando en favor de los hermanos de Guerrero. El sábado 20 de mayo, la bendición llegó a la Iglesia de la colonia El Jardín, lugar que había estado sin ministro desde hace ocho meses, cuando Dios recogió en su seno al P.E. Joel López Rubio. “La muerte para el cristiano no representa dolor o tristeza, humanamente lo sentimos, pero espiritualmente lo endentemos, que cuando el hombre deja de existir empieza realmente su vida espiritual por toda la eternidad” –expresó el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, cuando se presentó ante la iglesia que lo esperaba llena de júbilo espiritual en la Casa de Oración. Manifestó también gozo al ver a una Iglesia hermosa y próspera, a la que deseaba dejar una bendición. En ese momento llamó al P.E. Mario Serratos, de Honduras, como ministro a cargo de ellos. “No tengas pendiente, él cuidará de vosotros, él velará por vosotros y desde este día él estará aquí en mi representación, que en él veáis a su hermano Naasón, que cuando tengáis una angustia, o necesidad, corráis a él, y él abrirá sus brazos para decirles: En el nombre de mi Señor Jesucristo y del Apóstol Naasón Joaquín, heme aquí, amada hermosa, estoy a tu servicio”. Los hermanos recibieron la noticia con gran júbilo y se unieron al Apóstol en una plegaria para poner en las manos de Dios a su nuevo ministro, del cual el Siervo de Dios expresó que se ha guiado en fidelidad y le llamó su amigo. Mientras los hermanos oraban fervorosamente, el Apóstol de Jesucristo dio un abrazo al P.E. Mario, al cual recomendó cuidar de la Iglesia que le encomendaba. Se despidió de los hermanos con la promesa de regresar un día, no muy lejano, para contemplar allí el inicio de una construcción grande y hermosa para la Gloria de Dios. Una Torre de la Fe que dé testimonio aquí en Guerrero, que La Luz del Mundo sigue avanzando conforme a las promesas de Dios. A la hora de compartir el pan y la sal en ese lugar, el Apóstol de Jesucristo recordó el origen de la iglesia de ese lugar y junto con varios pastores antiguos, trajo a la memoria los inicios de la Iglesia en Acapulco. Los pastores Antonio Adán, Job Zamora, Leandro Ramírez, Jesús Orozco y Rigoberto Mata, testigos de los orígenes del pueblo de Dios, quienes vienen a apoyar a su Siervo con sus testimonios. “Qué bonito es hoy compartir esas anécdotas porque hoy las experiencias se siguen dando… seguir oyendo los inicios para que nunca se nos olvide de dónde el Señor nos sacó y en dónde nos ha puesto, para que siempre seamos agradecidos con Dios“. “Dios bendiga a la Iglesia de El jardín, que hoy nos atiende y cumpla con la Iglesia la promesa que nos dijo: bendeciré a los que te bendijeren”. Hizo mención de las promesas del Señor que se siguen cumpliendo desde el 6 de abril de 1926, promesas de bendición y prosperidad (aun material), por lo que recomendó no olvidar nunca al Creador, que la Iglesia se mantenga siempre sencilla, humilde, que le sea fiel a Dios. Explicó en qué consiste la fidelidad a Dios: “Vivir honestamente, agradecerle todos los días sus favores. Así de sencillo. Tan fácil como el querer, tan difícil como el no querer”. Puso el ejemplo de aquellos que menciona el Apocalipsis, quienes se sentían ricos, sin necesidad de nada, pero el Señor les habla de su verdadera condición. (Cf. Apocalipsis 3:14-18) Recordó también la enseñanza que Dios estableció para cuando Israel tuviera rey, la orden fue: recordar todos los días de su vida la ley, con el fin de aprender a temer a Jehová, conocer la voluntad de Dios y para que su corazón nunca se elevase por encima de sus hermanos, (Cf. Deuteronomio 17:19-20). Así también es la doctrina para la Iglesia de Dios, la cual enseña a mantener el corazón humilde, limpio, para no sentirse superior a su hermano. Remarcó que este tiempo es el inicio de una prosperidad y de grandeza en la que jamás se debe permitir que la Iglesia olvide sus orígenes. Nuestra raíces son Dios Citó el caso de Israel y cómo Dios en su hijo Jesucristo se dolió del rechazo de los suyos, porque su pueblo no quiso andar en sus caminos y deseó que nunca se escuchará en nosotros lo que se sentenció para Israel: nunca más verán mi rostro hasta que digan: Bendito el que viene en el nombre del Señor. Aconsejó que en el reconocimiento que tiene la Iglesia ante la sociedad, ante los gobiernos, ante la bendición que viene, nunca olviden a Dios. Así se despidió de los hermanos dejándoles una estela de bendición y un Pastor que cuide de sus almas. Fuente: Coordinación de Crónica Apostólica. [envira-gallery id=”23547″] Berea Staff, J.R.G. Share This Previous ArticleEl Apóstol de Jesucristo visita a los hermanos de la colonia La Mica, en Acapulco Next ArticleDesde Acapulco, el Apóstol Naasón envió un mensaje de paz y esperanza May 20, 2017