HomeAgenda Apostólica“Si hoy ves grande este pueblo yo lo voy a multiplicar aún más” Agenda Apostólica “Si hoy ves grande este pueblo yo lo voy a multiplicar aún más” La bendición no ha acabado, también Dios me dio una palabra y esa palabra fue: “Si hoy ves grande este pueblo yo lo voy a multiplicar aún más” (Coordinación de Crónica Apostólica) — La iglesia La Luz del Mundo asentada en el municipio de San José del Cabo, BCS, en la colonia Vista hermosa, se llenó de gloria con la gratísima presencia del Apóstol Naasón Joaquín, que esta mañana realizaba la primera visita del viernes, programada en su agenda de trabajo, en el marco de la Decimocuarta etapa de su Gira universal, que cerrará con su magna presentación del domingo 18 de noviembre, en el Centro de convenciones de Los cabos. En tanto se aproximaba la bendición de recibir al Padre de la fe, la grey emocionada por la deferencia de estar en el corazón de un Siervo de Dios, ocupó la pequeña casa de oración, en donde el Coro dirigido por el hermano Azael Álvarez, avivaba el fuego espiritual de los hermanos; incluso algunos de ellos entraron acompañados de algún invitado que también deseaba ver y escuchar al visitante. La hermana Lourdes Rosales, esposa del Pastor Campo Elías, ministro de la Iglesia en el Depto. de Apartador, Colombia dio inicio a la Oración de 9 invitando a los congregados a realizar una ferviente oración de reconciliación, para enseguida entonar el cántico de elección, “Como la aurora”, mientras que en los atrios de la Casa de oración, los niños y niñas, dirigidos por la hermana Judith Álvarez entonaban cánticos infantiles, en los que se reconocían Hijos de un gran guerrero, lo cual expresaban con gallardía y portando carteles con frases alusivas a la promesa que significan los pequeños para el Apóstol, a quienes ha llamado el presente de la iglesia. Al llegar el insigne visitante, lo recibió el ministro responsable de la iglesia de Vista hermosa, el hermano Edy Ricardo Villatoro, quien a nombre de esa grey que pastorea, le dio la bienvenida y lo acompañó a los pequeños atrios del templo. El Apóstol de Jesucristo a su paso saludó al hermano David Rodríguez y a algunos hermanos que ya conocía personalmente. Al ingresar al recinto, los fraternos se desbordaron de gozo, daban glorias a Dios jubilosos por tener entre ellos al Representante de Jesucristo; quien al ocupar su ministerio y saludarles, les dijo lo feliz que se sentía de encontrarse ahí: “…en esta ciudad de bellos recuerdos para su hermano Naasón. Hace aproximadamente cuatro años yo estuve en este lugar, aquí pusimos los comedores de la Fundación Eva García de Joaquín, para dar de comer a la gente, incluso ajena a la iglesia, que por la situación del huracán se habían visto afectados…” De aquellos días recordó que era un lugar muy pequeño; pero le dieron la grata noticia, de que el Municipio de San José del Cabo, les había donado el predio en el que hoy se asienta la iglesia, que justamente ya estaba pletórica; por lo que el Hombre de Dios lo vio más hermoso y así lo expresó: “¡Qué hermoso es ver cómo Dios te ha bendecido, cómo Dios te ha prosperado, como Dios, en aquel entonces por su Siervo Samuel te trajo bendición! y yo te digo hoy: ¡Esta bendición no ha acabado, también Dios me dio una palabra y esa palabra fue: “si hoy ves grande este pueblo, yo lo voy a multiplicar aún más.” A cuya promesa, él se preguntaba, ¿cómo será esto? Porque el Señor cumple sus promesas. Los hermanos con lágrimas de reconocimiento, se adherían a esa bendición prometida y entre glorias a Dios y reiterados amén, apenas dejaban escuchar al Ungido del Señor, que elevaba su voz y decía: “¡La bendición vienen de todas formas, en todos los sentidos!, porque doy testimonio que hace cuatro años yo vine a esta colonia y no lo digo por menosprecio, Dios me libre, era una colonia muy humilde; hoy veo que Dios te ha bendecido…” Los congregados asentían, porque aquel lugar es ya una hermosa Casa de oración, con amplia Casa pastoral y un aposento preparado para el Padre de la familia, que esa mañana los llenaba de alegría con su visita. El sentimiento espiritual se desbordó en los redimidos, cuando el Ungido de Dios los invitó a orar, a quienes con gran ternura expresó: “Yo he venido para, juntamente contigo doblar mis rodillas y pedirle a Dios que Él te bendiga, Dios te multiplique, te engrandezca y prospere la Obra aquí en Vista hermosa, Dios la multiplique cada día para la gloria de su santo nombre.” Postrados ante Dios, el Apóstol e iglesia doblaron sus rodillas y en una conjunción de propósitos espirituales agradecieron las bendiciones y suplicaron la prosperidad de la iglesia en esa colonia del municipio de San José del Cabo. Antes de salir del sagrado recinto, les prometió regresar en un corto tiempo, para contemplar la bendición que Dios les dará, “y ver cómo se ha multiplicado la iglesia, en esta colonia Vista hermosa, solamente os pido que sigáis dando testimonio, para que Dios, a través de vuestra palabra, cumpla lo que me ha prometido.” Se despidió esperando verles el domingo; entre tanto les dejó su bendición en un fraternal abrazo y un ósculo de amor Enseguida la iglesia le ofreció un desayuno, que degustó en compañía de su esposa, la hermana Alma Zamora, de los Pastores Benjamín Joaquín, Uzziel Joaquín y Jesús García, responsable del Distrito 42 y Coordinador de la recepción del ilustre visitante, a esta Entidad. Al retirarse, El Siervo de Dios agradeció las atenciones y la participación de los hermanos y hermanas del Coro y de los niños que habían estado entonando cánticos. Abordó su vehículo dejando una estela de bendición. Berea Staff, J.R.G. 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