HomeAgenda ApostólicaEl Apóstol de Jesucristo acude al templo de la colonia Loma Dorada: antes de rayar el alba, eleva su oración matutina Agenda Apostólica El Apóstol de Jesucristo acude al templo de la colonia Loma Dorada: antes de rayar el alba, eleva su oración matutina (Coordinación de Crónica Apostólica) — El martes 8 de noviembre, antes de rayar el alba, el Apóstol de Jesucristo, Naasón Joaquín García, elevó su plegaria al Creador en la Casa de Oración de la colonia Loma Dorada, ubicada en la calle Paseo Loma Sur n. 8615, en Tonalá, Jalisco —a 35 minutos de distancia de la colonia Hermosa Provincia. El reloj marcaba las 4: 28 de la mañana cuando el Apóstol del Señor salió de su casa —en la colonia Bethel— y, por inspiración de Dios, se dirigió a la citada Iglesia. Cabe recordar que al inicio de su ministerio, el Apóstol de Jesucristo expresó el deseo de asistir a las iglesias de la Zona Metropolitana de Guadalajara para elevar su oración matutina —que es de petición en favor de la Iglesia del Señor esparcida por el mundo y de adoración al Creador—, como lo hace en las colonias Hermosa Provincia y Bethel, porque cada lugar, dijo, «por más modesto que sea, es una colonia de Hijos de Dios». El 7 de marzo de 2015, luego de elevar su plegaria matutina en el templo de la colonia Bethel, el Apóstol del Señor expresó: «Cuando yo esté en Guadalajara, acudiré una vez por semana a la Iglesia de la colonia Bethel. También reservaré un día por semana para ir a las diferentes Iglesias que están en la Zona Metropolitana de Guadalajara». «A primeras horas de dulce mañana» Cuando el Apóstol de Jesucristo ingresó al interior del sagrado recinto, se escuchaba la estentórea interpretación del himno n. 43, «A primeras horas de dulce mañana», que un hermano, desde la primera banca de la Casa de Oración, entonaba con singular fervor, sin imaginar la bendición que Dios tenía reservada para él y para esta iglesia tonalteca, que en agosto se convierte en una de las once subsedes de la Iglesia La Luz del Mundo, y que hospeda a los hermanos que acuden a la Santa Convocación en la capital de Jalisco. El coro y las estrofas del himno expresan con nitidez el sentir del hermano que acude a primeras horas de la mañana a ofrecer las primicias al Creador: «A primeras horas de dulce mañana, las flores perfuman tu trono, oh Dios, y las oraciones del Pueblo que te ama, y cantos de gloria proclaman tu amor (…), sus ricos perfumes y suaves ungüentos son las oraciones y el dulce cantar», y agrega: «Yo me acosté y dormí y desperté, porque me sostuvo la mano de Dios; por eso contento bendiga este día, el nombre bendito de mi Redentor…». En el transcurso de la plegaria apostólica, los ministros presentes, entre ellos los hermanos P.E. Felipe Medina y P.E. Roberto Montiel, se unieron a la oración. Otros hermanos, comenzaron a cantar la alabanza n. 151, «Dulce oración», que en una de sus estrofas expresa: «Dulce oración que aliento y gozo al alma das, en esta tierra de aflicción, consuelo siempre me serás». En ese excelso momento, desde la colonia Loma Dorada, el Apóstol de Jesucristo ponía en las manos de Dios a sus hijos en la fe de los cinco continentes. Cabe recordar que hace un año —el 6 de noviembre de 2015—, el Siervo de Dios habló sobre la oración intercesora que eleva día con día por la Iglesia del Señor y la describió en el siguiente orden. Primeramente: «En favor de mi familia: que Dios les dé fe, protección, cuidado y ánimo para seguir adelante. «En favor de los ministros: que el Señor los ayude a cada uno. A diario enfrentan diferentes situaciones y circunstancias en la vida, en sus iglesias, con los miembros… Todos los días se están enfrentando a luchas, pruebas y tentaciones. No están peleando contra carne ni sangre: su lucha es contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12). Ellos representan a un batallón o pelotón espiritual, porque no solamente están defendiendo su propia fe: hay un grupo de almas que están a su cuidado y que confía en ellos. «En favor de la familia de los ministros: por sus compañeras y sus hijos. Que el Señor les ayude a ser compañeras idóneas a sus esposos y que sus hijos sean librados del mal y que en el ejemplo de sus padres, ellos vayan formando su propia fe. «En favor del Pueblo del Señor, quien también se enfrenta todos los días a pruebas y aflicciones. En la vida del cristiano no es solamente una vez la que se enfrenta una prueba. Se levanta de un tropiezo y ya Satanás tiene enfrente el siguiente y así sucesivamente… Entonces, cada que el cristiano sale victorioso de una lucha se convierte en un triunfador, porque va de triunfo en triunfo. No puede darse el gusto de quedarse caído. Sale de una y entra a otra… ¿Y dónde está el Señor? Aquí está: en las fuerzas que le está dando para estarse levantando de cada caída y seguir adelante. ¿Hasta cuándo le va dar el descanso? Hasta el día en que nos habrá de decir: ‘Venid benditos de mi Padre al descanso eterno’. Ahí no habrá lágrimas, ni tristeza, ni dolor, ni angustia, ni persecución, ni pruebas… Ahí solamente será gozo». Al término de su oración intercesora y de adoración al Creador, el Apóstol de Jesucristo se despidió del grupito de hermanos que le acompañaron esta mañana de bendición. Posteriormente, abordó su vehículo. Horas más tarde emprendería su camino a Silao, Guanajuato. En esta ciudad tienen verificativo los cursos de capacitación para los ministros de la República Mexicana menores de veinte años, donde el Apóstol de Jesucristo estará con sus jóvenes colaboradores. Fuente: Coordinación de Crónica Apostólica. [envira-gallery id=”17190″] Berea Staff, J.R.G. 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